Esta película se
tardó 15 años en hacerse, si, nos tardamos 14 o 15 años en hacerla, la mitad de
mi carrera, porque se quiso hacer demostrando que la animación es arte, la
animación es cine y no es un género hecho para niños, sino un medio que nos va
a permitir hablar de cosas profundas, dolorosas, hermosas, de manera más
adulta.
La película se
filmó a través de mil días y sesenta y cinco unidades de trabajo al final, y
una gran parte, una parte importante de ella, se filmó en el taller de Chucho
en Guadalajara, Jalisco, con animadores tapatíos, de varias partes de
México", dijo Guillermo.
"Es una
película que busca animar los muñecos de manera diferente, no es una película
que trata de hacerse ligera, simpática; tiene humor, tiene tristeza, tiene
momentos de lágrimas, tiene momentos de acción, pero no está hecha
condescendiendo de manera vertical hacia el público.
Los actores no
actúan pantomima, sino que realmente actúan, piensan, sienten, y hay un
momento, si hicimos nuestro trabajo bien, hay un momento de esta película que
van a pensar ustedes 'qué buenos actores', y son títeres animados por los
verdaderos actores que son los animadores", finalizó el director.